lunes, 14 de octubre de 2013

35ª.- Parte. REJAS



Cálculo de una reja.

Las cuatro características de una reja son:

  1. Evitar la entrada de cuerpos extraños.
  2. No crear  excesiva.
  3. No ser un peligro potencial para la propia Central Hidroeléctrica.
  4. No inducir vibraciones en la tubería.

Tal como se explicó en la 35º Parte. Reja (1), el tamaño de cribado, paso o luz libre para el cribado está condicionado por la “dimensión crítica” de la propia turbina, por lo general oscila entre:

100 a 65 mm para Kaplan de baja caída y Ø>2.200 mm
  65 a 40 mm para Kaplan de alta caída y/o Ø<2.200 mm
  65 a 40 mm para Francis de media caída y/o Ø>1.200 mm
  40 a 10 mm para Francis de alta caída y/o Pelton

También puede estar limitado por razones ecológicas o por normas particulares de cada país.

Normalmente es el propio fabricante de la turbina o las especificaciones técnica o las normas, las que definen el “paso” o “luz”.

Es recomendable aproximarse a la reja a una velocidad algo superior a 1,0 m/s.

Con estos dos datos, ya podemos realizar una primera estimación de la anchura necesaria de la reja, la cual quedará incrementada por las secciones de apoyos y arriostrado de la misma.

En tomas en canal, hay dos factores que influyen en la profundidad de la reja:

  • La profundidad de sumergencia o calado, para evitar entradas de aire.
  • La pendiente de la toma o caz, para precipitar los sólidos en suspensión.

Llegados a este punto siempre se presentan varios interrogantes:

  • Necesidad de una pre-reja de gruesos, para derivar troncos y grandes objetos flotantes.
  • Instalación de una barrera flotante o” drom”.
  • Instalar un limpia-rejas con capacidad de extracción de grandes objetos.
  • Instalar compuertas de alivio con elemento móvil superior (tipo clapeta).
  • Como proteger (si es necesaria) la válvula de la turbina.
  • Donde instalar la compuerta de la cámara de carga o caz, antes o después de la reja.
  • Acondicionar la obra civil, con toma lateral. (tema fuera del alcance de  este blog)


Como experiencias propias, se comentan y analizan cada uno de los puntos.

Las pre-rejas de grueso están al inicio del canal, casi siempre de difícil acceso y en muchas ocasiones sin energía eléctrica, ni estructuras adecuadas para soportar grandes pesos o accesorios de grandes dimensiones. Lógicamente el paso de la pre-reja de grueso será mucho mayor que la reja de la toma o caz, por lo cual en caso de riada, quedan llenas de troncos, piedras, y en muchas ocasiones incrustados en ella. Dificultad, como acceder a ella con maquinaria potente, moto-sierras, grúas, etc.
Normalmente, se elimina la pre-reja y se confía la evacuación al limpia-rejas de finos (si está preparado para ello), en otras ocasiones se fabrica la pre-reja con redondos de Ø100 ¡que pueden extraerse verticalmente!, para dar paso hacia la reja de finos.
No por ello dejó de comentar que existen pre-rejas de grueso que funcionan   correctamente. De ello depende de la naturaleza del río, del diseño de las obras de toma, de la existencia o no de un embalse próximo, del uso forestal de las zonas ribereñas, etc.

Las barreras flotantes o “droms”, útil similar a las barreras de contención de hidrocarburos en los derrames en el mar, son de construcción metálica con quilla para evitar su giro, muy adecuados en ríos cuyos niveles de riada no superen los 4,0 metros, ya que las guías de acompañamiento deben ser mas altas que el nivel de riada, para evitar la rotura del “fusible de seguridad”.  En algunos casos es una alternativa a la pre-reja de gruesos.
Evidentemente se debe de disponer de los medios acuáticos necesarios, en caso de rotura del fusible, para recolocar la barrera en su posición.

Limpia-rejas, con capacidad de extracción de grandes y/o pesados objetos, hay de varias marcas de reconocido prestigio en el mercado.
Los hay bivalvos, univalvos, universales, de peine con idéntico paso que la reja, con grúa-pinza o “pulpo” independiente, con/sin container, con descarga directa sobre camión, de engranaje/cremallera, de cable, oleohidráulicos, fijos, móviles, con capacidad de detectar el peso de la carga a elevar, con capacidad de detectar la perdida de carga, etc. Cada uno de ellos adecuado a su función.
La tendencia actual, para profundidades de hasta 15m. se inclina hacia los oleohidráulicos telescópicos, debiéndose estudiar la idoneidad de cada uno de ellos con respecto a la aplicación.
No olvidar que la función de la reja es retener los cuerpos mayores de cierto tamaño, pero algo debe evacuarlos.
También se debe estudiar la naturaleza de los materiales, ¡simples hojas, en otoño, pueden colmatar una reja!

Las compuertas de alivio con compuerta superior abatible (clapletas), son una solución muy práctica para evacuar elementos flotantes en riada y hielo en invierno, además de colaborar en la evacuación de caudales excedentarios en riada.  Es un sistema que solo se puede aplicar en casos adecuados al mismo.






La válvula de protección de turbina está siempre expuesta a los elementos extraños, ya que los cuerpos  de Ø < “luz” o paso, pueden circular por la tubería. Afortunadamente es un “incidente” bastante difícil de acaecer, dada la poca frecuencia de maniobras de la válvula. Las válvulas construidas según las “reglas del arte” para turbinas hidráulicas, disponen de diseños que permiten el cambio de los cierres sin necesidad de desmontaje de la válvula. La frecuencia media de cambio de cierres suele estar entre 3 a 5 años. Siendo una maniobra, si está bien planificada, muy rápida, menos de 2 días.

Por razones de coste de obra civil, normalmente se instala las compuertas “aguas abajo” de la reja y del limpia-rejas. Obviamente si se instalan “aguas arriba” debe prolongarse la solera, dejando el hueco pertinente para la maniobra del limpia-rejas.
Debe de disponerse de guías para poder instalar una ataguía o compuerta de mantenimiento, para mantenimiento de la compuerta de toma.
En rejas bien diseñadas, se han llegado a usar las mismas como ataguía, obturándolas con chapas de aluminio. Véase aquí la importancia de un buen cálculo de la reja.



Perdida de carga de la reja.

Existen multitud de fórmulas, exponemos una de las mas simples, para ver los parámetros que intervienen y realizaremos un cálculo teórico para ver el orden de magnitud de la perdida de carga.

Datos:

Se presuponen realizados los cálculos de resistencia al empuje en caso de colmatación, de ausencia de vibraciones armónicas y de definición correcta de las dimensiones de la geometría de la toma.

Turbina: Kaplan
Altura, cabeza o caída: 4 m
Caudal: 40 m³/s
Paso o luz (b): 100 mm.
Forma del perfil: Rectangular
Dimensiones del perfil (l x s): 100 x 10 mm.
Dimensiones de la toma (A x B): 10 m (ancho) x 4 m (profundidad)
Inclinación de la reja : 80º
Tipo de limpieza: Caso  manual
Tipo de limpieza: Caso  automático con detector de obturación.






El cálculo se realiza con la formulación de una pérdida singular, no olvidar que el término “V” velocidad, siempre viene referida a la velocidad “antes de la singularidad”, la fórmula tendrá la estructura clásica de:

 . Después de ensayos en laboratorio de diversos modelos, esta queda como:


Coeficiente de obturación por sistema de limpieza.

Puede tomar los valores de:

1,0 a 1,1 para limpia-rejas automáticos modernos, con detector de obturación.
1,2 a 1,5 para limpia-rejas automáticos antiguos.
1,5 a 3,0 para limpia-rejas de deslizamiento.
3,0 a 9,0 para limpieza manual, dependiendo de la frecuencia


Coeficiente de forma para las barras.

Puede tomar los valores de:

0,52 para formas rectangulares
0,35 para sección circular
0,32 para formas afusadas


% de obstrucción que crean los arriostrados horizontales, la reja y la estructura de apoyo y rigidez de los paneles. Existe toda una formulación para determinarlo exactamente su valor.

Puede variar del 20% al 40%


L = dimensión del barrote en el sentido del flujo.


b = paso o luz de la reja.


ángulo de la reja con respecto a la horizontal



Introduciendo los datos, obtenemos:


Para sistema de limpieza automático con detector de colmatación

 = 5,0 mm. =0,005 m (1,8 kW

Para sistema de limpieza manual, sin paros por eliminación de grandes pesos y volúmenes

 = 45,0 mm. =0,045 m (15 kW , la

realidad contrastada mediante registros informáticos, antes y después de instalar un limpia- rejas, son aumentos de producción cercanos al a 10%-12%.



Frecuencia de resonancia de la reja. (Vórtices de Von Karman)


Los estudios sobre rejas se iniciaron hacia 1.950, cuando el suministrador de la turbina realizaba los cálculos de todo el “recorrido” hidráulico de la instalación.

Con los nuevos conceptos de “llaves en mano”, es decir, licitaciones donde el cliente incluye todos los conceptos, desde obra civil, reja, compuertas, tubería, válvulas, turbinas, alternadores, instalación de control, evacuación de la energía, etc. en un solo contrato, el adjudicatario, para optimizar sus costes, realiza particiones por capítulos o entidades homogéneas o no de trabajo, que subcontrata independientemente.

Este método de trabajo, llevo a dejar ciertas partes de la instalación en el  sub-apartado de “varios”, entre ellos la reja, limpia-rejas, tubería (con toda su problemática, golpe de ariete, chimeneas de equilibrio, bifurcaciones, etc.).

Esta deriva en la contratación provocó que el fabricante de la turbina dejara de investigar en dichos campos, alrededor de  1.980, por lo cual, existe muy poca literatura al respecto y los conocimientos han quedado en empresas altamente especializadas en estos trabajos.

Este sistema de trabajo implica disponer de un experto especialista, “Director de Proyecto”, para que la integración de las diversas partes, dé como resultado un conjunto armónico que maximice la producción y minimice el mantenimiento.





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La frecuencia de vibración en una reja depende de:
·         La velocidad máxima alcanzable por el agua al paso por ella, normalmente se supone que la reja esta obturada entre el 50% y 70%.
·         De la forma geométrica del barrote.
·         De la relación geométrica del barrote
·         Del paso o luz
·         De la inercia del barrote
·         De la rigidez estructural del panel, de sus soportes y anclajes.
·         Del tipo de material de los barrotes
·         Del tratamiento y acabado de las superficies
·         Y del tipo de separadores y su método de unión
Actualmente estos cálculos se realizan mediante programas informáticos de E.F. + C.F.D., siendo normal darse un margen de seguridad del 20%.
Por el contrario, es un fenómeno que difícilmente aparece, en mi vida profesional he intervenido en el rediseño de una reja, solo he visto los efectos catastróficos del “accidente”, pero debo decir, que fueron de tal magnitud, que los deterioros, la reposición y el tiempo de inactividad son de un tamaño y valor, que habrían justificado con creces su cálculo y correcta fabricación.

Continuará ………..

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